Los productores y la industria han constituido hoy un grupo de trabajo con el fin de estudiar los contratos para producir oleaginosas con fines energéticos, ya que existe una importante diferencia entre el precio real de los contratos y el precio en el mercado alimentario.
Esta fue una de las conclusiones de la Mesa de Biocarburantes celebrada hoy en Madrid, donde se debatió la situación de los mercados de materias primas para la elaboración de biocarburantes y se discutieron medidas como flexibilizar las importaciones a base de reducción de los aranceles y eliminar las primas a la restitución.
Desde la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) Juan Sagarna destacó que la organización presentó una propuesta de posicionamiento sobre la obligación del uso de biodiésel para que se tenga en cuenta en el proyecto de orden ministerial que está elaborando el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Explicó que dentro de la Comisión de Seguimiento de los contrato tipo se ha establecido un grupo de trabajo que estudiará esta situación y cómo afecta a los contratos ya firmados.
Por su parte, José Carlos Caballero de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), indicó que los contratos entre los productores y la industria están «desfasados» ya que en la actualidad hay 135.000 hectáreas de girasol contratados a unos 20 céntimos de euro mientras que el girasol está a 42 céntimos.
Aseguró que los agricultores necesitan «más concreción» y advirtió de que si no hay soluciones rápidas habrá pocos agricultores con cultivos energéticos.
El representante de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), José Luis de Miguel, consideró que los contratos hay que respetarlos, aunque matizó que hay que tener en cuenta el cambio de situación y los precios del mercado que «han aumentado el doble».
Confió en una solución para que el productor «no se desmoralice» y aseguró que el Ministerio invita a llegar a un acuerdo y comprende la situación de ambas partes, ya que la industria también ha señalado que ahora no tiene margen para pagar más.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Javier Alejandre recordó que la industria productora mostró sus dificultades por el incremento de las materias primas y por la entrada de biodiesel de origen americano que lleva una doble subvención.
Explicó que el MAPA reafirmó la Mesa como punto de encuentro para las diferentes partes e hizo hincapié en la necesidad de trabajar en el desarrollo de especies de cultivos que no influyan en la alimentación a medio plazo.
