Según informa el consistorio, este material se puede utilizar como sustituto de los de tipo químico que se aplican al suelo y servirá también para mejorar el estado de parterres y jardineras de la ciudad.
Restos de podas, de siegas y de otras actuaciones se llevan a un vivero municipal donde se mezclan y humidifican para que se degraden y se conviertan en compostaje con el que fertilizar la tierra.
Este abono orgánico es rico en fósforo y nitrógeno, tiene un punto de humedad gracias a la materia orgánica que contiene y mejora la actividad microbiana del suelo, a la vez que favorece la respiración de las raíces y la germinación de las semillas.