Los españoles desperdician 2,9 millones de toneladas de alimentos al año, unas cifras "alarmantes" que ponen de manifiesto la necesidad de "reflexionar y adoptar buenas prácticas", a juicio de la directora de comunicación de Aecoc, Nuria de Pedraza.
De Pedraza ha resaltado que "el principal consejo para evitar que se produzca es no olvidarnos de el ‘fondo de nevera’ y llevar a cabo prácticas para hacer una mejor gestión y planificación de los alimentos a nivel mental y físico".
Pese a que el 61 por ciento de los españoles considera que España se sitúa a la cabeza de los países que más alimentos desecha por habitante, ha recordado que ocupa el séptimo puesto en el ránking europeo, por detrás de países como Alemania, Holanda o Francia, lo que ha calificado como un dato no "excesivamente malo".
El responsable de estudios de Aecoc, Xavi Cros, ha detallado que, por segmentos, los consumidores jóvenes, de entre 25 y 34 años, son los que más alimentos tiran a la basura (20 por ciento), mientras que aquellos con edades comprendidas entre los 55 y los 65 años son los más concienciados y apenas tiran el 8 por ciento.
El informe precisa que los hogares unipersonales son los que más alimentos desperdician, en comparación con los formados por parejas con hijos.
Andalucía (18 por ciento) y Canarias (17 por ciento) se sitúan a la cabeza de las comunidades autónomas que más alimentos desechan, frente a Comunidad Valenciana (11 por ciento) y Madrid (13 por ciento), que registran las cifras más bajas.
Respecto a las causas, el 70 por ciento desperdicia alimentos porque "olvida los productos" en la nevera o la despensa hasta que se estropean; y el 25 por ciento lo hace porque considera que esos alimentos no tienen demasiado valor.
No medir las cantidades (15 por ciento), la falta de tiempo para reaprovechar los alimentos (15 por ciento) y la escasez de información para aplicar buenas prácticas (9 por ciento) son otros de los motivos.
A la hora de tirar alimentos a la basura, Cros ha apuntado que los españoles se fijan primero en el mal aspecto del producto, seguido del olor y el sabor, mientras que la fecha de caducidad "es sólo un indicador y no suele ser la principal causa de desperdicio".
El 71 por ciento de los españoles no considera seguro utilizar un producto una vez superada su fecha de caducidad, frente al 17 por ciento que admite consumirlo de todos modos.
El estudio dibuja cinco perfiles diferenciados de consumidor en función de sus hábitos de aprovechamiento
Los "reaprovechadores" (32 por cienot) sacan el mayor rédito posible antes de tirar el alimento; los "foodwate generators" (21 por ciento) están concienciados sobre sus altas dosis de desperdicio; los "busca caprichos" (16 por ciento) no planifican la compra con antelación y son fácilmente influenciables en el punto de venta.
Completan la lista los "eco-friendly" (16 por ciento), que se muestran comprometidos con el entorno y el consumo de alimentos locales; y los "price-driven" (16 por ciento), para los que el precio es clave en la decisión de compra.