Estos datos ponen de manifiesto que con el endurecimiento de la crisis, y a pesar de la crítica situación económica de las familias, estas cadenas han optado por subir los precios, lo contrario que hicieron entre 2008 y 2010.
En esos años, según ha argumentado el portavoz de la OCU Miguel Ángel Pascual, es probable que los supermercados «financieramente todavía tuvieran un cierto colchón para poder capear la crisis y hacer el esfuerzo de bajar los precios y así conseguir retener a los clientes».
Pero lo hicieron, a su juicio, pensando quizás que «la crisis iba a ser más corta o porque un establecimiento empezó y los otros se vieron obligados a seguir el camino de la bajada».
Ahora, sin embargo, como la crisis ha continuado, «los recursos financieros de todas las empresas, al igual que de las familias están más bien vacíos, y ante la subida del IVA y de otros costes impositivos se ven más obligados a subir los precios».
Pese a estos datos, la OCU calcula que las familias pueden ahorrar en España más de 836 euros de media en la cesta de la compra, un ahorro no obstante significativamente menor que el del año pasado (un 22 por ciento) debido a la mayor homogeneidad de precios de los supermercados y a la crisis, que ha hecho que gasten un 4,5 por ciento menos en alimentación.
El acercamiento de los precios entre los establecimientos se ha producido por la subida de los comercios baratos y la bajada de precios de la mayor parte de los más caros.
Estas son algunas de las conclusiones del informe anual sobre la cesta de la compra que ha presentado esta mañana la OCU, un estudio, que refleja el nivel de precios de 1.164 supermercados de España y que se ha realizado en 63 ciudades.
En el estudio hay datos que preocupan a los consumidores, como que entre los alimentos que han visto crecer más sus precios en los últimos doce meses estén nueve básicos, de amplio consumo.
Y lo han hecho más de un 20 por ciento, como patata (44 por ciento), berenjena (27 por ciento), limón (24 por ciento), pepino (un 23 por ciento), manzana golden (20 por ciento) y pimiento verde alargado (22 por ciento), entre otros productos.
Con estas subidas, según la portavoz de la OCU Ileana Izverniceanu, se puede decir que este año cuesta un 25 por ciento más hacer una tortilla de patata.
Otros alimentos han visto reducir sus precios, aunque menos de un 20 por ciento, como judía verde plana (15 por ciento), alcachofa y plátano de Canarias, entre otros.
Pero a pesar de estas subidas, las familias pueden ahorrar si compran en los establecimientos más baratos.
La media en España esta en más de 800 euros, pero el ahorro máximo en la cesta tipo, es decir la que incluye productos de marcas líderes en el mercado, así como productos frescos, se puede conseguir en Madrid, donde se pueden llegar a ahorrar 2.664 euros, un 46 por ciento; en Barcelona, 1.645 euros, un 29 por ciento, y en Gerona (1.335, un 22 por ciento).
También si se hace la compra a través de Internet el gasto puede disminuir en 1.440 euros.
Las ciudades donde menos se puede ahorrar son Getxo (162 euros), Teruel (368) y Pontevedra (384).
Las comunidades autónomas más caras son País Vasco, Cantabria, Navarra y Cataluña, y las más baratas Murcia, Galicia, Andalucía y Asturias.