Y es que el intenso frío hace que la fruta esté más tiempo en la planta, lo que asienta su nivel de azúcar y, en consecuencia, la calidad del producto final. Por ello, el sector considera que los problemas para los freseros serán «menores» si se tiene en cuenta, además, que el grueso de la producción no se comenzará a recoger hasta febrero, según han asegurado a Efe fuentes del sector.
Esta temporada, la superficie dedicada al cultivo de la fresa en Huelva ha descendido casi un 6 por ciento con respecto a la anterior, al pasar de 5.860 a 5.400 hectáreas.
Un descenso que contrasta con el crecimiento del 22 por ciento en las hectáreas plantadas de frambuesas, arándanos y moras, tras una apuesta por la diversificación que se inició la pasada campaña, con el objetivo de encontrar alternativas complementarias para los consumidores europeos.
Así, un total de 10.030 hectáreas se han dedicado a los frutos rojos en la provincia de Huelva, lo que supone un aumento del 3,85 por ciento respecto a las 9.658 hectáreas de berries plantadas en la pasada campaña.