Fertinagro y FMC Foret anunciaron ayer el cese «irrevocable» de las negociaciones que emprendieron hace más de dos años para la venta de las instalaciones y equipos de la planta de fosfatos que FMC Foret tiene en Huelva, cerradas desde 2010.
El objetivo era que Fertinagro pudiera hacerse con estos activos para poder llevar a cabo un proyecto industrial propio de su área de negocio.
En un comunicado conjunto, ambas compañías han informado de que «a pesar del esfuerzo realizado» para asegurar la continuidad de la actividad industrial en dichas instalaciones, con la consecuente creación de puestos de trabajo y riqueza para el entorno de Huelva, «el periodo de negociación se ha dado por terminado de forma definitiva».
Apuntan como causas de esta decisión el Decreto Ley 1/2012 de moratoria de ayudas a energías renovables por los recortes del Gobierno del presidente Marian Rajoy que «convierte en inviable económicamente la instalación de cogeneración, elemento clave para garantizar la productividad y competitividad de las instalaciones».
Otro argumento es que Fertinagro esté desarrollando en Huelva otro proyecto industrial que, ante las dificultades que ha encontrado en la fase previa de producción, requiere, actualmente, de todos sus esfuerzos económicos y empresariales.
Ante la actual situación, FMC Foret llevará a cabo el desmantelamiento total de las instalaciones y la descontaminación del terreno, en cumplimiento de la legislación vigente.





















