Nacional

Fabra: El trasvase Júcar-Vinalopó, ejemplo de distribución solidaria del agua

El jefe del Consell, Alberto Fabra, ha afirmado hoy que el trasvase Júcar-Vinalopó es "un ejemplo de distribución solidaria y eficiente del agua para satisfacer las necesidades de todos, posibilitar un uso sostenible del agua y garantizar el futuro de una agricultura rentable".

  • natural-tropic

Fabra se ha pronunciado así en el acto de colocación de la primera piedra de las obras de la balsa de regulación ‘La Cuesta’ en Villena (Alicante), una actuación estratégica para el postrasvase que permitirá en 2015 regular los caudales de agua del Júcar al Vinalopó y que cuenta con una inversión de más de seis millones de euros, según un comunicado del Gobierno valenciano.

En su intervención, el president de la Generalitat ha recordado que el Consell "siempre ha garantizado y garantizará la defensa de los intereses de la agricultura y de todos los ciudadanos valencianos, hasta lograr llevar a término una nueva planificación hidrológica basada en el consenso y en la solidaridad, que tenga en cuenta las necesidades de nuestro territorio y de nuestros regantes".

"No estáis solos, vamos a ir de la mano para poner en valor nuestra tierra", ha señalado Fabra, en referencia a los regantes, a los que ha asegurado que la Generalitat "va a defender a un sector que genera prosperidad y empleo, transforma nuestro territorio y genera esperanza".

También ha recordado que la Generalitat, cumpliendo su compromiso, ya ejecutó las obras del postrasvase Júcar-Vinalopó (margen derecha), con una inversión de más de cincuenta millones de euros, que incluyó la construcción de 78 kilómetros de canalizaciones y cuatro balsas con una capacidad total de 2.520.000 metros cúbicos.

"Éste es el primer paso hacia la garantía definitiva de suministro de agua, de calidad y al menor coste a esta zona a través del trasvase Júcar-Vinalopó, y ha sido posible mediante la cooperación entre administraciones y el diálogo y la búsqueda de acuerdos con los usuarios", ha indicado Fabra.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha destacado el esfuerzo llevado a cabo en la modernización de los regadíos en los campos valencianos.

En este sentido, ha explicado que las inversiones realizadas por la Generalitat en colaboración con las comunidades de regantes han permitido la modernización de tres cuartas partes del regadío valenciano, lo que ha originado disminuir un 14,2 por ciento el consumo de agua para la agricultura de los campos de la Comunitat en 2011.

"Nuestro territorio es hoy una región líder en materia de gestión y uso eficiente de los recursos hídricos. Desde 2007, nuestra Comunitat ha invertido en infraestructuras hidráulicas en torno a 1.100 millones de euros", ha subrayado el president de la Generalitat

De este modo, ha señalado que se han invertido más de cuatrocientos millones de euros en racionalizar el uso del agua para la agricultura valenciana.

En concreto, desde 2007, el Gobierno valenciano ha destinado a obras de modernización de regadío 268,5 millones de euros (117,5 millones en la provincia de Alicante), y las comunidades de regantes han acometido obras de modernización con una inversión de 171 millones de euros (subvencionadas al 50 por ciento por la Generalitat).

Fabra ha remarcado que es fundamental el trabajo conjunto y ha puesto como ejemplo el logro del trasvase Tajo-Segura, "algo que parecía imposible, pero que se ha conseguido con responsabilidad, sensibilidad y sentido común para poder llegar a acuerdos".

La construcción de la balsa de regulación ‘La Cuesta’ permitirá regular los caudales que se depositarán en la balsa de San Diego, procedentes del trasvase Júcar-Vinalopó, así como romper la carga de presión con la que llega.

Esta infraestructura hídrica, con una capacidad para albergar 620.000 metros cúbicos de agua, evitará que la toma del agua del trasvase se tome directamente desde la balsa de San Diego, ya que la presión provocaría la rotura de las tuberías, ya instaladas por la Generalitat en el post-trasvase (margen derecha).

La obra iniciada, que cuenta con un presupuesto de más de seis millones de euros, contribuirá a mejorar la infraestructura necesaria para que el agua llegue a la provincia de Alicante en las mejores condiciones de explotación