Esta tendencia, sin embargo, fue poco a poco mejorando gracias al normal comportamiento de la producción, como demuestra el hecho de que en agosto la reducción ya fuera del ocho por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
No en vano, el sector extremeño prevé acabar el ejercicio con niveles similares de exportación a los registrados durante 2015, ha manifestado Gómez.
El hecho de que algunas semanas de invierno registraran temperaturas más altas de lo habitual, lo que afectó a la floración, así como a algunas lluvias primaverales, explicaron el retraso de la campaña en unos días.
Sin embargo, conforme ha ido transcurriendo ésta, tanto los factores internos como los externos se han desarrollado con normalidad, ha explicado Gómez, quien ha manifestado que el principal problema sigue siendo hoy el veto ruso.
La actual situación de los mercados rusos respecto a los productos de la Unión Europea (UE) obligó a la fruta extremeña a plantearse abrir nuevos mercados, como por ejemplo el chino.
En opinión de Miguel Ángel Gómez, el primer año de experiencia de la fruta extremeña en China ha sido "bueno", por lo que ha confiado en impulsar las exportaciones.
En líneas generales, la ciruela y la cereza siguen siendo los productos estrella de la fruta extremeña en los mercados internacionales, en especial la primera, que es la que más volumen exporta.
De todas formas, tampoco hay que olvidar las exportaciones de otros productos extremeños como los melocotones o las nectarinas, entre otros.
En la actualidad, Extremadura exporta a otros países aproximadamente un 70 % de su producción total de fruta.
