El objetivo es detectar de forma temprana la posible presencia de la bacteria en Extremadura y en caso de aparición, proceder a su localización y determinación de la distribución, procurando impedir su propagación y combatirla o controlarla para su erradicación.
Estas actuaciones, en una primera etapa, se llevaron a cabo según las directrices establecidas en el Plan Nacional de Contingencia de Xylella fastidiosa elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
En 2016, al detectarse el primer brote de Xylella en España, en Islas Baleares, se aprobó el Plan de Contingencia de Xylella fastidiosa para la Comunidad Autónoma de Extremadura y se han intensificado las actuaciones para evitar la entrada de la plaga, según informa la Junta en un comunicado de prensa.
Los principales resultados de este trabajo han sido la actualización del citado plan en la región, donde se recogen las estrategias para evitar la llegada de la bacteria y las medidas para su erradicación, se detalla el Plan de Actuación para el brote específico y se describen los cultivos de riesgo para la región.
