"Los impactos del uso de plasticultura en la producción agrícola son múltiples: puede aumentar o disminuir la temperatura del suelo entre uno y 30 grados centígrados; incrementar o mantener la capacidad de almacenar agua; reducir o eliminar malezas", aseguró el responsable de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Netzer Castillo, al abrir el encuentro.
La muestra reúne a profesionales del sector que podrán conocer las últimas novedades en maquinaria y equipamiento, al tiempo que asistir a conferencias formativas, explicó a Acan-Efe una fuente de la institución.
Expertos de Israel, Colombia, México, Estados Unidos, Bélgica y Guatemala abordarán en estos encuentros asuntos como el uso de plásticos híbridos, sistemas de riego, estaciones meteorológicas, productos con protección de rayos ultravioleta, alimentación sana y cuidado del medio ambiente.
Uno de los grandes aportes de la plasticultura es la posibilidad de crear ambientes controlados que aseguran el impacto de factores climáticos, humedad relativa, temperatura, control de plagas y la transmisión de luz.
Para mostrar su eficacia, el congreso contará con un invernadero demostrativo para que los visitantes conozcan cómo utilizar la tecnología en el campo y el proceso agrícola: pre-siembra, siembra, cosecha y post-cosecha.
"En Guatemala destacan las aplicaciones de invernaderos, irrigación y acolchados, particularmente en el cultivo de melón", remarcó Castillo.
Más de 50 empresas proveedoras agrícolas de Centroamérica y México participan en la muestra, que se cerrará el sábado próximo con la celebración de una feria agrícola para fomentar los contactos entre los profesionales del sector.
Actualmente, la plasticultura abarca entre 50.000 y 75.000 hectáreas en Guatemala, pero la previsión de Agexport es que siga creciendo en cultivos como la papa o el camote.
El sector de plásticos guatemalteco exportó en 2015 más de 350 millones de dólares, de los cuales alrededor del 5 al 10 por ciento están vinculados a la plasticultura.
