En Tianjin (China), se interceptaron veinte toneladas de cítricos procedentes de España, que las autoridades de dicho país destruyeron esta semana por considerar que no cumplían los requisitos de calidad.
Según fuentes de la patronal "se trata de un caso aislado que no puede empañar una campaña y una trayectoria marcada por el estricto cumplimiento del exigente protocolo fitosanitario chino".
"Prueba de ello es que, días antes del incidente, China autorizó un nuevo período de inscripción para ampliar la lista de parcelas y almacenes habilitados para operar con ese destino", han añadido.
A juicio del Comité, el país asiático es "estratégico" y tiene un buen potencial de crecimiento.
El CGC ha subrayado que, desde los primeros envíos de la fruta en 2007, no se habían registrado incidentes destacables entre los operadores acreditados para trabajar con ese mercado.
Ha lamentado que este incidente pueda "enturbiar" una temporada que estaba funcionando "razonablemente bien, tanto en volumen como en precios", pues hasta el 14 de marzo se habían exportado a China 4.961 toneladas, el triple del volumen de la temporada anterior.
Los comerciantes han pedido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que tome medidas para que no se vuelva a repetir un suceso como este y han confiado en volver a la normalidad en breve.
En este sentido, han insistido en que la actuación china no responde a problemas fitosanitarios, sino a irregularidades en los envíos.
Tras el cierre de EEUU a las clementinas españolas (2011) y el reciente veto ruso (a productos hortofrutícolas) por razones políticas, la alteración del comercio con China supondría "un golpe muy fuerte para un sector que venía trabajando con este mercado con ilusión y sacrificio", han apuntado las mismas fuentes.