Los científicos, venidos de Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y Comunidad Valenciana, se reunieron en la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra.
Lo han hecho para poner en común estrategias contra una bacteria que afecta más al kiwi amarillo que al verde, lo que coincide con la progresiva sustitución del segundo tipo de variedad por el primero en las 500 hectáreas dedicadas al cultivo, fundamentalmente en los municipios de Oia, Tomiño, O Rosal y A Guarda.
Según explicó el director de la estación, Pedro Mansilla, la bacteria se detectó hace cuatro años y está causando graves pérdidas en las zonas productoras.
Galicia produce el 65 por ciento del kiwi español, 12 millones de kilos, si bien el consumo es muy superior, de 80 millones, traídos de la importación.