El profesor de la Universidad de Liverpool y coordinador de la iniciativa, Jorge Hernández, ha explicado que aunque «el concepto de la cadena de valor en la agricultura no es nuevo, las incertidumbres del campo (clima, economía, tecnología …) hacen que resulte difícil comparar su situación con sectores similares.»
Según Hernández, «no se valora suficientemente la transferencia del conocimiento en la agricultura. No existe tampoco un marco validado para apoyar la agroindustria y la gestión del riesgo en entornos de alta incertidumbre como esta». Cualquier problema en el campo «acaba llegando por un efecto dominó al resto de actores», como transporte, supermercados, clientes, ha destacado.
En este entorno «especialmente complejo, los planteamientos tradicionales se muestran ineficaces», por lo que apuesta por «soluciones innovadoras, colaborativas y descentralizadas». A su juicio, «uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es la conexión entre los diferentes actores implicados en la cadena de valor agroalimentaria. Por eso trabajamos en temas de optimización, modelado, logística, gestión de proyectos, tecnologías de la información y las comunicaciones.»



















