«Tardaremos entre cuatro o cinco días en poder llegar al principio de la cola, mientras tanto dormiremos sobre los fardos», explicó a Efe Mahash Patidar, uno de los agricultores que guardaba fila ante un centro de acopio del Gobierno en Bhopal, capital de Madhya Pradresh, para comprar el excedente de cebollas.
Hasta 15 kilómetros de una cola con tractores, remolques y camiones frente al centro de acopia dan cuenta del tamaño del excedente que guardan los productores de un producto básico en la dieta de la India durante unas negociaciones que finalizaron esta semana pasada.
«Antes nos compraban a 3 o 4 rupias (4,6 o 6,1 centavos de dólar) el kilogramo de cebollas cuando el coste de producción es de unas 5 rupias, así que cuando Gobierno fijó el precio de 8 rupias (12,3 centavos) todos vinimos corriendo para vender toda la producción del año», explicó Patidar.
La medida pretendía calmar los ánimos de los campesinos, que en los últimos meses habían organizado distintas protestas contra lo que consideraban precios poco competitivos a los que se veían obligados a vender los productos, pero ahora el Gobierno regional tiene un enorme dolor de cabeza.