Bruselas explicó su decisión ante los interrogantes que plantean varias ONGs sobre la imparcialidad o la posibilidad de que existan conflictos de intereses de la candidata, que además es una antigua empleada de la multinacional especializada en transgénicos Monsanto.
Fuentes comunitarias declararon que Frewen ha sido «transparente» en su declaración de intenciones, en la que especificó que trabajó para Monsanto hace cinco años, tiempo que los estatutos de la EFSA consideran suficiente para garantizar su independencia en su nuevo puesto.
Indicaron que ha sido propuesta por la CE por su «experiencia en organizaciones que representan los intereses de otros en la cadena alimentaria», tal y como solicita la regulación de la agencia.
Asimismo, precisaron que tres de los miembros de la dirección de la EFSA que dejan su cargo fueron nombrados precisamente por tener ese perfil, por lo que «se requiere que sus sustitutos tengan el mismo currículo».
«La proposición de Mella Frewen está completamente en línea con las disposiciones legales mencionadas del Consejo y el Parlamento Europeo», concluyeron.
Recordaron que todas las declaraciones de intenciones fueron «cuidadosamente comprobadas» durante el proceso de búsqueda de candidatos, y que el comité de selección estaba compuesto por miembros de varias direcciones generales de la Comisión, con un representante de la Eurocámara como observador.
«Todos los candidatos fueron enumerados según su puntuación total», basada en sus «capacidades», señalaron.
Por último, indicaron que la lista de candidatos propuesta, donde Frewen estaba incluida, fue refrendada por la Comisión Europea el pasado 10 de febrero, y transmitida ese mismo día al Consejo de la UE -donde están representados los Veintisiete Estados miembros-.
El Consejo envió la lista el día 27 de ese mismo mes al Parlamento Europeo, que tiene hasta el 27 de mayo para dar su opinión sobre los candidatos.