Las principales conclusiones a las que llegó el estudio es que, en comparación con los no consumidores, la ingesta de aguacate otorga una mayor fibra dietética, grasas buenas (ácidos grasos monoinsaturados y ácidos grasos poliinsaturados), vitamina E y C, descender el peso y el IMC y una menor posibilidad de sobrepeso, entre otras cualidades.
Estas estimaciones se han realizado en base a consumo medio de aguacate fresco de 76 gramos por día (un poco más de la mitad de un aguacate Hass mediano).
Este hallazgo indica que incorporar el aguacate entre la población estadounidense podría ser una manera de satisfacer la cantidad mínima recomendada de ingesta de frutas y verduras.