El segundo estudio, que se prolongó durante 16 semanas, utilizó una dieta con más contenido calórico (44 por ciento de grasa) con varios tipos de grasas saturadas. Los investigadores estudiaron el impacto de los efectos de una dieta elevada en grasas enriquecida con una porción de uva enriquecida con extractos de polifenoles; porción de uvas no enriquecidas en polifenoles; y una dieta elevada en grasa con un 5 por ciento de las uvas enteras.
Mientras que el 5 por ciento de la uva entero no mejoró el perfil metabólico del sujeto, sí mejoraron los marcadores referentes a salud intestinal.
Estos dos estudios sugieren que la uva y los polifenoles de la uva podrían ayudar a compensar algunos de los efectos adversos del consumo de grasas y generar una mejora en la salud intestinal, afirma el coordinador de este estudio, Michael McIntosh. Según McIntosh, estos resultados merecen un estudio más en profundidad sobre los efectos beneficiosos en la salud de la uva de mesa.