España es uno de los 27 países de la Unión Europea (UE) en los que más ha caído el consumo de frutas, según los últimos datos de la asociación europea Freshfel -que agrupa a los comercializadores hortofrutícolas-. La ingesta de frutas se redujo un diez por ciento en España en 2007, en comparación con la media de los cinco años anteriores (2002-2006), mientras que en toda la UE disminuyó un cinco por ciento. Sólo en otros ocho países el consumo disminuyó aún más: Alemania, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Malta, Portugal, Rumanía y Eslovenia.
Por el contrario, la compra de frutas creció en Austria, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Reino Unido, Hungría, Holanda, Suecia y Eslovaquia, según los datos de Freshfel, que muestran una subida sobre todo en los países nórdicos.