envases reutilizables
Industria auxiliar

Envases reutilizables y cubiertos comestibles: la innovación acelera

El pasado febrero entró en vigor el nuevo reglamento de la Unión Europea en esta materia, aunque las empresas tienen de plazo hasta el 12 de agosto de 2026 para adaptarse.

Cubiertos comestibles y envases biodegradables o reutilizables son algunas de las soluciones que las empresas de envases han creado y por las que están apostando para acelerar en su carrera por la innovación y ser más sostenibles a la vez que responder a los retos de la Unión Europea (UE).

El pasado febrero entró en vigor el nuevo reglamento de la UE en esta materia, aunque las empresas tienen de plazo hasta el 12 de agosto de 2026 para adaptarse.

La normativa, que a juicio del centro tecnológico Ainia marca un «antes y un después» en el sector agroalimentario, busca minimizar los envases y residuos generados, restringir el uso de compuestos «preocupantes» para la salud -como plomo o mercurio- e imponer una etiqueta armonizada en la UE.

No obstante, muchas empresas llevan ya tiempo apostando por esta forma de producción con envases sostenibles.

Ejemplo de ello es la compañía Pack2Earth, dedicada a la fabricación de envases compostables hechos con biomateriales como alternativa al plástico y que ya el pasado año ganó la sexta edición de los premios Ingenia.

Una idea desde la montaña

«La idea surgió mientras mi cofundador y yo, ambos aficionados a correr por la montaña, observábamos que muchos deportistas dejaban los envases de nutrición deportiva en el entorno natural», ha explicado a Efeagro la cofundadora y directora general de la compañía, Françoise de Valera.

Investigaron si existía algún material biobasado y compostable a temperatura ambiente que pudiera servir para envasar productos secos, semilíquidos, como los geles energéticos, o líquidos durante periodos largos y «no lo encontramos», por lo que decidieron contratar a químicos e ingenieros para desarrollarlo.

Así surgió Pack2Earth en enero de 2022, un proyecto con el que han conseguido crear materiales «muy versátiles» que sustituyen al plástico en diferentes tipos de usos, como en alimentación y que se eliminan residuos orgánicos, entre ellos, los restos de comida.

Puede usarse para envases rígidos y flexibles de productos preparados o de larga vida útil, bolsas para carne y pescado fresco, bandejas con tapa flexible y tapones, o artículos reutilizables como vasos o boles.

«También tenemos aplicaciones en sectores como la apicultura, en jaulas para reinas y envases de pienso», ha comentado la directora general, a la vez que ha señalado que los consumidores entienden el beneficio de estos materiales de forma «muy intuitiva».

Desde que comenzaron, para de Valera una de las principales barreras ha sido «el tiempo que lleva cerrar rondas de financiación, aunque ha apelado a la «perseverancia», algo que les ha llevado a levantar financiación de casi 4 millones de euros.

Innovación con el orujo y los cubiertos

Al igual que esta, muchas empresas del sector agroalimentario han visto en la sostenibilidad una oportunidad de negocio e innovación.

Es el caso de AlperPack, en Sevilla, que transforma alperujo (residuo de la extracción de aceite con alpechín y orujo) en films activos, comestibles y compostables, que sustituyen al plástico en el envasado de frutas y verduras frescas.

Y la empresa Gloop, que ha llevado la innovación a la propia mesa con cubiertos comestibles para reducir los plásticos de un solo uso. La compañía nació 2021 y un año más tarde saltó al mercado con cucharillas y pajitas hechas con harina de arroz.

Ejemplos como los anteriores evidencian la capacidad de innovación que tiene el sector agroalimentario y el impulso que pueden suponer las empresas que desarrollan productos sostenibles para minimizar el impacto de la contaminación y, además, responder a los retos y normativas de la Unión Europea.