El CGC -la asociación que integra a los principales operadores privados, exportadores e importadores- responde así a las informaciones difundidas durante estas últimas semanas "por parte de una organización agraria valenciana".
Estas infracciones "no sólo dañan la reputación de las distribuidoras que las cometen", sino que también "siembran la duda" sobre los proveedores que las abastecen, "al proyectar la falsa idea" de que se está adquiriendo a miles de kilómetros fruta foránea mientras se rechaza la de proximidad, "negándole aparentemente al consumidor la oportunidad de adquirir fruta más fresca".
Ha afirmado que, tras investigar todos los casos denunciados y sondear la situación con responsables de compras de las cadenas de distribución, el CGC "ha podido contrastar que tales infracciones en cuanto a la información transmitida al consumidor han sido recurrentes".
En su opinión, las incorrecciones acerca de la procedencia en los lineales de las naranjas o mandarinas vendidas a granel se repiten en los supermercados e hipermercados de las propias zonas productoras y se agravan cuanto más lejos se sitúan de éstas.