El presidente de la CCIAP, Gabriel Barletta, dijo en un comunicado que el gremio «unió esfuerzos con la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), con el fin de educar con respecto a la entrada en vigor de la ley ‘Que adopta medidas para promover el uso de bolsas reutilizables en establecimientos comerciales'» para contribuir al «desarrollo positivo del país».
Barletta advirtió que «las normas por aplicar en el país en este sentido requieren de una gradualidad adecuada en su ejecución, con el fin de no causar daños colaterales al comercio y la industria, al igual que decisiones acertadas en cuanto a los materiales que reemplazarán los empaques aludidos, ya que muchos de los sustitutos incluyen también componentes nocivos».
Y, por sobre todo, se requieren campañas públicas para generar en la sociedad una cultura en favor de la conciencia ambiental, resaltó.
«Con la puesta en vigencia de esta ley, Panamá da un paso significativo para combatir uno de los elementos más contaminantes y de existencia más prolongada en el Planeta. Las bolsas de plástico desechables que usualmente se reparten en comercios en general pueden tardar en degradarse más de medio siglo», agregó.
El dirigente agregó que «la polución generada mayormente por envases y bolsas de plástico se acumula hoy en prácticamente cualquier lugar de la Tierra, contaminando cauces hídricos y por extensión a las especies acuáticas que las habitan y a las poblaciones que se alimentan con estas».
De hecho, la contaminación plástica desestabiliza el equilibro de los ecosistemas en océanos, ríos y toda corriente de agua alrededor del mundo, añadió.
Según Barletta, las políticas conservacionistas de los países que combaten con temple el calentamiento global comienzan a reducir dicha contaminación de manera considerable y digna de emular por todas las naciones.
En Europa crece cada día la conciencia ambiental y con ella la participación ciudadana, la cual presiona por reformas legales, como las que ahora adopta Panamá con relación a los empaques plásticos, sostuvo.
Dichas políticas motivan la colaboración de empresas socialmente responsables, logrando en un año la recolección de 14 millones de toneladas de basura plástica; un 60 por ciento de lo desechado.
El pasado 19 de enero el presidente panameño, Juan Carlos Varela, sancionó la ley que prohíbe el uso de bolsas plásticas que le da 18 meses de plazo a los comercios minoristas para desecharlas y 24 meses a los mayoristas, contados a partir de la promulgación de la norma, que ocurrió ese mismo día en la Gaceta Oficial 28448-B.
La excepción será para cuando se tenga que emplear, por cuestiones de asepsia, para alimentos e insumos húmedos elaborados o preelaborados.
En lugar de las bolsas de polietileno los comercios podrán vender, pero a precio de costo, bolsas reutilizables, lo que será fiscalizado por la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco).
Según la ley, es responsabilidad del Ministerio de Ambiente de Panamá desarrollar las campañas de divulgación y concienciación nacional sobre el uso de material no degradable y no biodegradable.