Según han informado fuentes de la Guardia Civil, la investigación se inició cuando una decena de agricultores de Cieza y Calasparra denunciaron supuestas estafas de las que estaban siendo objeto por parte de una empresa hortofrutícola con sede en Don Benito (Badajoz).
Los primeros testimonios permitieron averiguar que durante la campaña de recolección de fruta del pasado año, varios agricultores habían formalizado contratos con una empresa, con sede en Don Benito (Badajoz), para la venta de algo más de 2.000 toneladas de fruta de hueso.
Para ello, firmaron los correspondientes contratos en los que se estipulaba que los agricultores percibirían un importe correspondiente al precio de venta de la fruta, menos los gastos derivados de la gestión. Según las fuentes, durante toda la campaña de recolección los perjudicados fueron recibiendo de la empresa información sobre los precios de venta de sus productos acordes con los de otras cooperativas, si bien, en el momento en que recibieron la liquidación detectaron que los precios eran demasiado bajos y no coincidían con los facilitados a priori por la empresa.
Además, comprobaron que los kilos descontados estaban muy por encima de los márgenes habituales para la calidad y la variedad de fruta vendida, por lo que los propios agricultores se desplazaran hasta la sede de la empresa en Badajoz para entrevistarse con el gerente.
Además, la Guardia Civil averiguó que la cosecha había sido tratada en dos almacenes, uno en la zona próxima a los huertos de recolección y otro en las instalaciones de la propia empresa comercializadora en Don Benito (Badajoz).
El análisis de la documentación obtenida permitió comprobar que del total de fruta vendida se había descontado la liquidación correspondiente a 400 toneladas de fruta, lo que suponía un 19 por ciento del total de fruta vendida.