La organización agraria ha señalado que la campaña anterior el inicio del veto ruso a las exportaciones agroalimentarias de la Unión Europea coincidió con que la campaña valenciana estaba prácticamente finalizada y por tanto "apenas tuvo influencia".
Pero esta campaña existe "una enorme preocupación" entre los productores de fruta de verano (melocotón, nectarina, albaricoque y ciruelo), según La Unió, que destaca que además no cuentan con ayudas de la PAC.
Las exportaciones de fruta de verano a Rusia procedentes de la Comunidad Valenciana representaron en 2014 el 14 por ciento del total, y en los últimos tres años los envíos a ese mercado han sido de 67 millones de kilos, con unos ingresos de 73 millones.
Según La Unió, el problema no es únicamente que deja de estar asegurada la exportación de este contingente de fruta sino que además se podrían saturar otros mercados, lo que podría repercutir negativamente en los precios para los productores.
Se trata, según la entidad, de "una situación muy complicada" que requiere unas indemnizaciones adecuadas antes las pérdidas que se van a originar.
En los reglamentos de la Unión Europea se contemplan en estos momentos ayudas para la retirada de cítricos -que ya han consumido su cupo de retiradas-, hortalizas o peras pero no medidas específicas para la fruta de verano que inicia ahora su campaña de exportación.
La Unió cree que no es lógico que haya discriminación entre los productores de diferentes cultivos y que los agricultores paguen las consecuencias "sin tener culpa de una situación que han generado los políticos", ha afirmado el secretario general de La Unió, Ramón Mampel.
Añade que las medidas de retirada establecidas hasta la fecha para compensar el veto ruso "no han servido" para mejorar la renta del agricultor sino "la cuenta de resultados" de las empresas que han retirado el producto, ya que la compensación ha sido "tan baja que no ha llegado al productor".
La Unió, a través de su organización estatal Unión de Uniones, ha pedido una reunión con la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea para analizar la situación del veto ruso con objeto de establecer mecanismos compensatorios "más ágiles, más útiles" para la estabilización de los mercados y "más beneficiosos" para los productores.