Internacional

El uso de drones ayudaría a conocer el impacto de plagas en agricultura

El uso de drones está obligando a los agricultores a cambiar la forma de ver cómo afectan las plagas a sus cultivos antes de tomar cualquier decisión, ha señalado en Roma el experto estadounidense Brian McCornack.

McCornack expuso en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, casos de plagas que, por ejemplo, a simple vista no se consiguen detectar, a pesar de que existen y «siguen un patrón».

Una estrategia que se está empleando es la de usar los drones a una altura de más de cien metros y otras veces a ras del suelo para tomar fotografías e incluso muestras con el objetivo de conocer el impacto de las plagas más a fondo.

Esos datos luego se analizan y ayudan a identificar las enfermedades de las plantas e intervenir en los campos infestados, una situación a la que se enfrentan -según el estadounidense- los agricultores cada día en todo el mundo.

McCornack indicó que antes de operar deben obtener una serie de autorizaciones, certificados y licencias para pilotar los drones, unas limitaciones regulatorias que se suman a los costes de esos equipos.

No obstante, recordó que la tecnología se ha abaratado en gran medida, ya que aparatos que hace una década costaban 400.000 dólares ahora se encuentran por unos pocos miles de dólares.

El experto animó a preguntarse constantemente si esas inversiones son útiles para medir los daños en los cultivos y cuál es su potencial para proteger la vegetación.

«El reto está en cómo procesar la información para que tenga significado», sostuvo, al tiempo que llamó a mejorar la eficiencia, la precisión y la cantidad de insumos agrícolas a través de la tecnología.

Especialistas de 182 países, de organizaciones internacionales y del sector privado se encuentran reunidos esta semana en la FAO para analizar la importancia de la sanidad vegetal para la seguridad alimentaria.

Según la FAO, entre el 20 y el 40 por ciento del rendimiento de las cosechas mundiales se reduce cada año por los daños causados por las plagas y enfermedades de las plantas.