Las ventas al exterior de frutas y hortalizas frescas crecieron en 2024 un 8 % en volumen y de un 5 % en valor, situándose en 12,3 millones de toneladas y 17.703 millones de euros respectivamente, tal y como se desprende de los datos elaborados por Fepex.
La mayor parte del volumen de la exportación hortofrutícola en España se destina a Europa (97 %) y el medio elegido principalmente para estos envíos es el camión (95 %), aunque cada vez toman más fuerza otras alternativas como el barco o el tren.
El transporte por carretera con temperatura controlada sigue siendo el favorito de los exportadores, gracias a que suele ser el que “más ventajas nos aporta, ya que aciertan con las rutas haciéndolas más eficientes, sobre todo, en frutas y hortalizas de ciclo corto”, aseguran desde el sector.
A esto hay que añadir que las empresas de transporte por carretera, las principales ubicadas en el marco Mediterráneo, llevan a cabo estrategias para la optimización de las cargas y cuentan con ‘hubs’ estratégicos, amén de tecnologías que permiten afrontar con éxito cualquier imprevisto. Algunas de ellas, incluso, acuden a soluciones multimodales -carretera y tren- para dar respuesta a las demandas de sus clientes.
Este sector también tiene entre sus prioridades la sostenibilidad, por lo que cada vez son más las compañías que apuestan por la digitalización para optimizar sus cargas.
No obstante, y aunque es un sector consolidado, el transporte por carretera de frutas y hortalizas enfrenta varias problemáticas que son más un presente que un futuro como la escasez de conductores, la falta de relevo generacional -un problema idéntico al que sufre la producción- y la pérdida de competitividad, muchas veces minimizada por la incorporación de nuevas tecnologías, lo que hace que sólo las grandes empresas sobrevivan.
Planificación eficiente
El transporte de productos perecederos, como frutas y hortalizas, supone un gran desafío logístico. Una planificación de carga de camiones eficiente no solo reduce desperdicios, sino que también optimiza los tiempos de entrega y minimiza los costes operativos.
De hecho, para garantizar que las frutas y hortalizas lleguen en óptimas condiciones, es fundamental tener en cuenta aspectos como: el control de temperatura, el aprovechamiento del espacio y la seguridad en el transporte. Mantener la cadena de frío evita la pérdida de calidad y prolonga la vida útil del producto, mientras que una distribución eficiente de la carga maximiza la capacidad del camión, reduciendo la cantidad de viajes necesarios.
Otro aspecto importante son los límites y distribución de peso. En este sentido, los cálculos automáticos ayudan a reducir los errores humanos en la distribución de la carga, garantizando que cada producto esté ubicado según sus necesidades.

























