El pleno del Senado aprobó, el pasado 14 de diciembre, la Farm Bill,casi dos meses después de que la Comisión de Agricultura le remitió el texto, y tras semanas de agrios
debates entre demócratas y republicanos por causas que no se
refieren a asuntos propios de esta Ley, sino que son consecuencia del enfrentamiento entre el Congreso de
mayoría demócrata y la Administración republicana.
El texto aprobado no es muy diferente del remitido por la
Comisión, ni del aprobado por la Cámara de Representantes a finales del mes de julio.
La ley fue aprobada por amplio margen de 79 a 14 votos, y sus
características principales son el mantenimiento del sistema de
sostenimiento de precios, con incrementos en los precios mínimos
del trigo, la cebada, avena, soja y azúcar.
Se crea un fondo de asistencia en caso de catástrofes, dotado con 5.100 millones de dólares en los cinco años de vigencia de la Ley, yun nuevo programa opcional de aseguramiento de rentas dotado con 4.700 millones de dólares para un período de 10 años.
La Farm Bill mejora el programa de ayuda alimentaria interna de cupones de comida, al elevar el nivel máximo de renta mensual de 2.000 a 3.000 dólares como requisito de elegibilidad. La Ley contiene también incentivos a las instalaciones de elaboración de etanol a partir de materiales celulósicos, así como una
importante dotación para promoción del consumo y para investigación en el sector de las frutas y hortalizas.
