Esta campaña se habían contratado 700 trabajadores para la campaña del ajo, de los cuales el 30 % son de origen alauí, el 5 % españoles y el 65 % rumanos, pero la mayoría de temporeros marroquíes han pedido el cese de la actividad y «el certificado» de empresa para marcharse a su país, ha puntualizado Esponera.
En muchos casos cobrarán el subsidio de desempleo, puesto que tienen contrato por obra y servicio y llegan a un acuerdo con el empresario para dar por extinguida esa relación laboral.
Ha indicado que esta petición «masiva» de bajas laborales -que los empresarios no esperaban porque todavía quedan días de campaña- les está ocasionado un problema burocrático, al tener que expedir un gran número de certificados solicitados por este colectivo en poco tiempo, además de que tendrán que buscar ahora nuevos empleados.
Probablemente, serán temporeros rumanos los que podrían suplir mayoritariamente esta fuerza laboral, tras el «incumplimiento» de los marroquíes sobre lo pactado con los dueños de las fincas, que era terminar la campaña agrícola, prevista para la semana próxima.
Esponera ha asegurado no entender que los temporeros de origen marroquí den prioridad a sus convicciones religiosas sobre las económicas, aunque ha recordado que no será difícil sustituirlos en las condiciones actuales.
Ha explicado que muchos de estos trabajadores disfrutarán el subsidio de desempleo durante su estancia en Marruecos y volverán después a España como demandantes de empleo en campañas como la fruta de Lérida o a la recogida del melón en Ciudad Real.
Preguntado sobre las condiciones laborales legales en la zona, ha precisado que se empieza a trabajar muy temprano, sobre las 4 o 5 de la mañana para acabar a mediodía la tarea del corte, evitando así temperaturas que hoy llegaban hasta los 37 grados centígrados.
En la actividad del corte del ajo se suele cobrar por caja recogida, por lo que el horario es flexible y se adapta a la habilidad y necesidades de los temporeros.
Aunque el convenio colectivo marca una retribución de 47,25 euros por jornadas de ocho horas, los trabajadores suelen ganar más porque se rigen por este sistema de cajas efectivamente recogidas.
Puede obtener 35 cajas de ajo cortado durante la jornada laboral, con lo que lograrían unos 77 euros por día o incluso más.
Es decir, la remuneración sería de al menos 1.155 euros por 15 días de campaña, si la hubieran trabajado hasta su fin.
Pero, una vez concluida su relación laboral con el empresario ajero, los temporeros marroquíes podrán acceder al subsidio de desempleo (700-800 euros, según sus cálculos), a la espera de que concluya el ramadán y regresen de nuevo al campo español.