En el medio plazo se espera que esta carga de graneles agroalimentarios suponga en torno a un millón de toneladas anuales manipuladas en el puerto de Málaga.
En el plan, elaborado tras un análisis de las oportunidades de mercado, se identificó que la caída de tráficos de contenedores se podía compensar con la importación de productos agroalimentarios, operada en estos momentos en puertos alejados de las zonas de consumo, "con el consiguiente sobrecoste para importadores y consumidores".
La prestación de los nuevos servicios en la terminal requerirá adaptar las actuales instalaciones para hacerlas compatibles con la nueva actividad con zonas de almacenamiento adecuadas dotadas de tecnologías de control, gestión y trazabilidad.
Noatum cifra las inversiones en obra civil y maquinaria en un importe máximo aproximado de 9 millones de euros en los dos próximos años.
El actual plan de explotación, que data de septiembre de 2003, se apoyaba fundamentalmente en la manipulación de contenedores de transbordo.
Según Noatum, los cambios producidos en el tráfico de transbordo de contenedores en el Estrecho de Gibraltar por diversas causas, como la concentración de grandes navieras y la construcción de terminales en la zona (Algeciras, Tánger y Sines), unido al mayor tamaño de los buques contenedores, ha cambiado el escenario.