El primer ministro inglés, Boris Johnson, ya toma posturas cercanas a los segmentos más sensibles y que más va a necesitar ante unas duras negociaciones del Brexit. Johnson está llevando una postura más dura con el Brexit y ya ha expresado su total predisposición de apoyar a los agricultores y a los horticultores británicos para que apuesten por la agricultura para satisfacer las necesidades del mercado inglés.
Johnson no se está viendo apoyado por la National Farmers’ Union (NFU), el sindicato agrícola fuerte del Reino Unido, ya que siempre ha mantenido una postura de salida negociada del Brexit, ya que «una ruptura sin acuerdo será un problema grave para la agricultura británica», ha remarcado Minette Batters, presidenta de la NFU.
Johnso estuvo ayer con agricultores de Gales y remarco su apuesta «por los grandes agricultores de Gran Bretaña y cuando salgamos de la UE, debemos asegurarnos de que el Brexit funcione para ellos». Johoson apuntó que tras el Brexit «venderemos más alimentos no sólo en el Reino Unido, sino en el exterior».
Mientras Johnson decía esto la libra seguía devaluada, por lo que los insumos y la maquinaria importada por los horticultores británicos es hoy más cara que ayer.