Broadbent dio la noticia al informar de los resultados preliminares del grupo en el primer semestre del año, que registran una caída de los beneficios brutos del 91,9 por ciento respecto al ejercicio precedente, hasta 112 millones de libras (142 millones de euros).
La marcha de Broadbent se suma a la suspensión de ocho directivos después de descubrirse que habían inflado la previsión de beneficios para este año y periodos anteriores hasta la cifra, confirmada hoy, de 263 millones de libras (unos 334 millones de euros).
Anteriormente, se había calculado que la cantidad era de 250 millones de libras (317 millones de euros).
"Los asuntos que han salido a la luz son profundamente lamentables", reconoció el presidente, cuyo día de partida no se ha especificado, y añadió que "se ha actuado rápido para clarificar el rendimiento financiero de la compañía".
Broadbent señaló que se ha cambiado la directiva, con Dave Lewis, procedente de Unilever, como nuevo consejero delegado, y ahora se procederá a buscar a su propio sucesor.
Las ventas de Tesco, el primer supermercado británico, bajaron un 4,6 por ciento en el primer semestre por la fuerte competencia de cadenas de descuento como Aldi y Lidl.
Lewis reconoció hoy que "hay mucho trabajo por hacer" y adelantó que se va a revisar completamente el funcionamiento del negocio a fin de devolverlo a una mayor rentabilidad.
Las acciones de Tesco caían un 6,2 por ciento en la Bolsa de Londres, y se situaban en 171,65 peniques (217,8 céntimos de euro).