Conforme el tiempo ha mejorado se ha comenzado a normalizar la situación, siendo ejemplo de ello la venta en el mercado central de Buenos Aires de una caja de 18 kilos de tomates a un precio de entre 50 y 130 pesos.
Se espera que la falta de provisión se normalice en un escaso plazo de tiempo, alcanzando el kilo de tomate un precio de venta al consumidor de cuatro pesos.