El magnate checo Daniel Kretinsky, apoyado por el financiero francés Marc Ladreit de Lacharrière, se ha quedado solo como candidato para la toma de control del grupo de distribución Casino, tras la retirada de la segunda oferta de los empresarios Xavier Niel, Matthieu Pigasse y Moez-Alexandre Zouari.
El consorcio 3F constituido por este trío anunció este domingo que se retira de la carrera para salvar Casino, atenazado por una deuda que amenaza su continuidad, por considerar que la dirección de la empresa ya se ha decantado por la otra oferta.
En un comunicado, este consorcio explica que no ha recibido algunas de las informaciones que había pedido sobre una situación financiera «peor que la esperada». En concreto, quería más precisión sobre las proyecciones en términos de necesidades de liquidez y resultados en lo que queda del año y, a la postre, con esa negativa le parecía que el proceso estaba «sesgado».
Un desenlace «urgente»
Ayer lunes estaba prevista la reunión entre todas las partes implicadas, es decir la dirección de Casino, los conciliadores, los acreedores y los candidatos para hacerse con la compañía.
Un desenlace que parece urgente teniendo en cuenta que la semana pasada Casino revisó a la baja sus expectativas para 2023, con un resultado bruto operativo (Ebitda) que se quedará por debajo de los 300 millones de euros, cuando el 26 de junio todavía esperaba 440 millones.
La empresa también anticipa en esa última revisión un bajón de su facturación del 8,9 % en el segundo trimestre (respecto al mismo periodo de 2022), con 3.600 millones de euros, y eso sobre todo por un descalabro de las ventas en sus hipermercados y supermercados, del 17 % y del 14 %, respectivamente.
La propuesta de Kretinsky
Kretinsky también ha modificado ligeramente su propuesta, que ahora conlleva sobre todo la promesa de inyectar 1.200 millones de euros (antes 1.350) para dejar un mayor margen a los acreedores, cuyo visto bueno es imprescindible para que cualquier plan de salvamento salga adelante.
La dirección pretende preservar el grueso de su negocio en Francia, y para eso tiene programado un plan de cesiones de activos, después de haber vendido a finales de junio la parte que todavía controlaba en la cadena brasileña Assaí.
Ha indicado que tiene intención de ceder, en particular, el resto de los activos que aún conserva en Latinoamérica, donde tiene negocios sobre todo en Brasil (GPA) y en Colombia (Éxito), así como en Argentina (Libertad) y Uruguay (Devoto Hermanos y Grupo Disco).
También tiene firmada la venta a su competidor Intermaerché de 180 tiendas que representan una facturación de 1.050 millones de euros.