Latinoamérica

El limón mexicano trabaja para abordar mercados internacionales

Los productores de limón de Jalisco (México) trabajan en ampliar sus relaciones internacionales mediante la mejora de los procedimientos y la inocuidad en el marco de una estrategia agroindustrial que ha convertido a este estado en potencia de la región.

Los productores de limón persa de Jalisco (México) buscan ampliar horizontes y mercados mediante la tecnificación y la inocuidad en sus cultivos, en el marco de una estrategia agroindustrial que ha convertido a este estado mexicano en una potencia internacional del sector.
«Queremos conseguir una calidad meramente de exportación, con el tratamiento a los árboles, la fertirrigación, foleos (tratamiento de las hojas), chaponeos (podas). Ir cambiando constantemente a lo orgánico. Si no al 100 %, sí a lo semiorgánico. Trabajando en la calidad de los suelos», explica Justo Camacho Barreto, presidente del Sistema Productivo Limón Persa de Jalisco.
El colectivo espera complementar con Asia, Europa o Canadá su apuesta por la internacionalización de sus productos hacia Estados Unidos.
«La idea es manejar un estándar de calidad para enviar a Estados Unidos. El negocio está en la exportación. Siempre he tratado de producir calidad para no tener el problema», afirma Rodolfo Gerardo Ramírez Zárate, productor de limón originario del pueblo de Tepehuaje de Morelos, localidad vecina de San Martín de Hidalgo.






Para el combate se utilizan productos compatibles con las normas de la Unión Europea y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés).

La mano de obra es escasa en los alrededores de los municipios productores (Los Guerrero, Tepehuaje y San Martín). Estas tierras son productoras de limones desde hace 20 años. Los cultivos tradicionales de la zona incluyen maíz, caña de azúcar y sorgo.

Unas 20 personas pueden sacar unas 6 toneladas de producto en 8 horas de trabajo, cobrando un salario de 36 pesos la hora (1,89 dólares).

Las plantas de limón de esta zona son de dos tipos: volkameriano y macrofila, que se traen en su mayoría de viveros instalados en Atotonilco (este de Jalisco), donde existen unas 3.000 hectáreas en producción.

Los productores están tratando de cultivar sus propias plantas, también un sello que identifique el origen de sus limones.

«Ahora con la inquietud queremos llevar a cabo la Feria del Limón y decimos hacer un logotipo para identificar a la región Valles, específicamente al municipio de San Martín», concluye Camacho.