El Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA (Argentina) trabaja en la detección temprana de una nueva plaga: la oruga Helicoverpa armigera. Debido a que fue identificada en Brasil y Paraguay, “es fundamental diseñar una estrategia para evitar que su probable ingreso al país nos tome desprevenidos”, señaló Eduardo Trumper, especialista en ecología y manejo de plagas del INTA.
Según publica el Inta en su página web, entre las principales características que la convierten en una amenaza, Trumper detalló que “es una especie polífaga, o sea, que se alimenta de un amplio rango de especies, entre los que se encuentran hortalizas, algunos frutales como ciruelos y citrus, entre otros cultivos agrícolas”.
De acuerdo con Juan Carlos Gamundi, especialista en manejo integrado de plagas del Inta Oliveros –Santa Fe– se trata de una especie muy plástica que se adapta a diversos ambientes incluso resiste situaciones climáticas rigurosas. Además, “tiene una alta movilidad, lo que favorece desde su dispersión entre cultivos hasta la migración entre distintas regiones geográficas”.
“Posee una elevada tasa reproductiva. Cada hembra puede poner en promedio entre 700 y casi 1.500 huevos, dependiendo de las condiciones nutricionales y la temperatura,” indicó Trumper.
“Un detalle que no es menor –destacó Trumper–, es que para que un insecto sea considerado plaga agrícola, éste debe ocasionar un perjuicio económico. En otras palabras, no es para alarmarse, pero sí estar atentos a las recomendaciones que las entidades como el INTA, SENASA y Universidades”.