Hortalizas y verduras

El incremento de los costes y la alternaria marcan la campaña hortícola de invierno en Navarra

El incremento de costes, la falta de mano de obra y la incidencia de la alternaria están marcando una campaña de hortícolas en Navarra en un año muy condicionado por el calor y la ausencia de precipitaciones.

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Más de 120 personas asistieron a la jornada de hortícolas de la finca de Cadreita donde se hizo balance de estos cultivos y pudieron visitarse los ensayos de un total de 161 variedades distintas.

La incidencia de plagas se ha visto reducida de manera general hasta octubre en una campaña de cultivos hortícolas de invierno que tendrá que afrontar a partir de ahora, en las primeras recolecciones, el problema del pulgón y de la alternaría. Las condiciones climáticas y la necesidad de garantizar la buena calidad del cultivo están obligando al sector a adelantar los plazos y comenzar con una recogida temprana de brócoli, por citar un ejemplo. Es una de las principales conclusiones del balance de campaña de hortícolas de invierno que se expuso en la jornada de ayer que tuvo lugar en la finca experimental de Cadreita a la que asistieron más de 120 personas vinculadas con el sector agroalimentario de Navarra. 

La campaña se ha visto especialmente condicionada por el incremento de costes, tanto en los precios de insumos como de la energía, y por las dificultades de encontrar y manejar mano de obra suficiente, como está ocurriendo en muchos lugares de Europa.

El año especialmente caluroso y falto de lluvias ha sido otro de los condicionantes de esta campaña y que han afectado al desarrollo de los cultivos. Si se compara con la última década, hay pocos días en los que la media de este año esté por debajo de la media histórica. Además, la media de cada día ha superado en tres grados la media de los diez años anteriores. La ausencia de precipitaciones ha sido notable, a tenor de la ficha climática de la estación de Tudela que caracteriza los registros entre 1968 y 2021, con unos 60 litros por metro cuadrado cuando la media es de 120, con lluvias que fundamentalmente se han registrado a comienzos de julio por tormentas con el cultivo aún sin plantar.

Por otra parte, y tras la eliminación de algunas materias activas autorizadas, las dificultades para el control de hierbas en crucíferas y alcachofa especialmente se han visto incrementadas. A esto hay que sumar los daños que los conejos ocasionan en algunos cultivos, por lo que se recomienda el uso de vallados, aunque conviene valorar también el coste que eso conlleva.

En cuanto a plagas, el año se ha caracterizado por una menor intensidad de pulguillas y plutella, aunque si se han observado orugas más grandes a inicio de cultivo. Ha sido igualmente una campaña con menor incidencia de pulgón, principalmente en los meses iniciales, y en comparación con el año pasado. Esta plaga de pulgón preocupa sobre todo a la alcachofa, de ahí la importancia de controlarlo pronto porque el daño que puede llegar a ocasionar sería grave. A esto hay que sumar el taladro de la alcachofa que, con la desaparición de las materias activas que se utilizaban, ha agravado el problema porque daña de manera significativa la planta.

Por último, en cuanto a enfermedades, se ha venido observando la presencia de mildiu en brócoli al igual que en años anteriores, pero en esta campaña como el último lustro, el gran caballo de batalla sigue siendo el de las podredumbres de cabeza, que principalmente viene generado por alternaria. Y aunque muchas plantaciones han podido salvarse por el tipo de riego o de emplazamiento, está siendo un problema a señalar en esta campaña de hortícolas.