Se tiene en cuenta su alto contenido en fibra y proteína, así como las prácticas agronómicas que mejoran sus propiedades y a diferencia de otras especies vegetales, las moreras no se mantienen a través de la germinación de sus semillas.
Son árboles longevos que se renuevan a través de clones obtenidos del mismo árbol, reproducidos mediante estaquilla en época y condiciones apropiadas.
El Banco de Germoplasma del IMIDA conserva 47 clones de moreras. Hay cuatro especies: Morus alba, Morus nigra, Broussonetia papyrífera y Maclura pomífera, pero la mayoría de los clones proceden de la llamada morera blanca, con origen en Asia, Europa y América del Norte.
Murcia fue un importante centro de reproducción y distribución de plantas de morera y mantuvo instalaciones en la antigua Estación Sericícola (sede actual del IMIDA) hasta mediados del siglo XX.