Esta enfermedad se ha extendido a través de la plaga ACP (Asian Citrus Psyllid), y no hay cura una vez que el árbol está infectado, por lo que el árbol llega a su fin en pocos años.
El Departamento de Alimentos y Agricultura de California (CDFA) ha reaccionado de forma rápida para proteger a los cítricos y ha realizado una planificación para detectar HLB con la cooperación de los productores y los organismos estatales y federales.
Los árboles infectados ya han sido extraídos y los cítricos que se encuentran cercanos al lugar donde se ha encontrado la infección están siendo analizados para limitar la propagación de la enfermedad.
El HLB está presente en los estados del sur de Estados Unidos, incluidos el estado de Florida, donde la enfermedad ha costado a los productores 3,6 billones de dólares desde el año 2007, según datos de la Universidad de Florida.
