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El granizo causa daños en los cultivos frutales en Aragón

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La lluvia comenzó a caer en Calatayud a las 11.15, pasó por Zaragoza y Monegros hasta descargar cinco horas después en Fraga. La tromba causó afecciones a viviendas, vehículos y cultivos pero dejó pocos litros de agua por metro cuadrado.

Diez o quince minutos fueron suficientes ayer para que la lluvia arrasara campos, anegara garajes, levantara cubiertas y rompiera ventanas de viviendas y lunas de vehículos. Una fuerte tormenta recorrió al mediodía de ayer Aragón descargando granizo y ocasionando cuantiosos daños en poco tiempo en poblaciones como La Almunia, Zaragoza, la Puebla de Alfindén y especialmente en Lalueza (Huesca), donde destrozó el 80% de los tejados de las casas. Intensa y fugaz, la tormenta cobró fuerza en la Sierra de Alcubierre y amainó en el Somontano y el Bajo Cinca, donde apenas llovió.

La tormenta se formó en la Cordillera Ibérica, en las proximidades de Calatayud, donde comenzó a descargar agua a las 11.15, según fuentes del Centro Meteorológico de Aragón. El recorrido fue muy rápido y en algunos momentos se hizo más intensa con fuertes corrientes verticales de aire que originaron la caída de granizo. En La Almunia o en algunas zonas de la capital zaragozana, las bolas fueron del tamaño de una avellana pero en Monegros llegaron a tener el volumen de una pelota de golf. A las 13.15, la tormenta llegó a la capital altoaragonesa en forma de lluvia intensa, aunque no causó ninguna incidencia, y una hora después caía sobre Barbastro para llegar más tarde y sin intensidad a Monzón. A las 16.15, la lluvia y el granizo afectó a la cosecha de fruta que quedaba por recoger en el Bajo Cinca.

En Calatayud la tormenta dejó 5 litros por metro cuadrado en unos 15 minutos. Después, descargó durante diez minutos en La Almunia de Doña Godina, con poca agua y abundante granizo del tamaño de una cereza, en el casco urbano de la localidad, pero sin provocar daños. El pedrisco afectó al 10% de la cosecha de manzana Golden y melocotón Miraflores, que se recolecta ahora y que todavía está en el árbol. Las fincas que sufrieron daños son las próximas a la A-2 (autovía Madrid-Zaragoza), que fue el trazado seguido por la tormenta. Según la concejal de agricultura y medio ambiente de la cabecera de Valdejalón, Eva Romeo, el granizo apenas tiró fruta del árbol, aunque sí pudieron verse algunas piezas partidas por la mitad en las parcelas por las que pasó la tormenta. El gerente del Consorcio para la lucha contra el granizo en Aragón, Fernando Peligero, señaló que la piedra que cayó en varios términos municipales del Jalón fue del tamaño de avellanas y garbanzos. Los generadores de yoduro de plata estuvieron funcionando ayer y hoy también se pondrán en marcha porque continúa la alerta por granizo.

Fue mayor el ruido que la cantidad de agua caída. De hecho, según informó el Centro Meteorológico de Aragón a primera hora de la tarde, en el aeropuerto de Zaragoza se habían medido 19 litros por metros cuadrado, la misma cantidad que en la localidad pirenaica de Aragüés del Puerto, donde también se originó otra tormenta. En el Parque Grande de la capital aragonesa, el pluviómetro marcaba 13,9 litros. A pesar de los daños ocasionados en la comarca monegrina, en diversos puntos como Grañén o Tardienta solo se registraron entre 10 y 15 litros por metros cuadrado. En la capital oscense, a las 14.00, después de la lluvia, habían caído 11 litros. En Barbastro, solo se anegó algún sótano. En Berbegal la granizada también fue contundente pero, según explicó el alcalde, no hubo daños materiales. En cuento a la vendimia, el pedrisco se dejó notar en la zona Este de la Denominación de Origen Somontano, en las viñas de Cregenzán. Según su presidente, Mariano Beroz, más de la mitad de la uva vendimiada ya se encuentra en las bodegas y el agua caída beneficia a las plantas de secano.

Las provincias de Huesca y Zaragoza continúan hoy en alerta por riegos de precipitaciones así como las comunidades próximas de Navarra, La Rioja y las provincias de Lérida y Tarragona.

«La tormenta ha tenido un desarrollo normal y la mayoría de las que afectan al valle central del Ebro hacen el mismo recorrido», explicó ayer Javier del Valle, del departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza. En cuanto al granizo, explicó que es un fenómeno localizado. «Lo que llama la atención de esta tormenta es que hemos tenido un verano poco tormentoso, pero ha tenido un comportamiento normal», opina. Para hoy, se espera una ligera bajada de las temperaturas acompañada de cierzo, pero después se estabilizará el tiempo.