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El genoma del pulgón del guisante y la evolución de los insectos

El pulgón del guisante, plaga que afecta a miles de cultivos, ha coevolucionado junto a una bacteria, que actúa en simbiosis con este insecto y que le permite alimentarse de las plantas, una «coordinación evolutiva» que ha revelado ahora la secuenciación del genoma del pulgón.

Este trabajo de secuenciación, en el que ha participado el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, aporta nuevas pistas sobre la evolución de este insecto capaz de modificar su genoma para acoger a su bacteria, incluso perdiendo algunos genes importantes de su sistema inmune, que hubieran dificultado esa relación huésped-simbionte.

La secuenciación del genoma de este insecto (Acyrthosiphon pisum) muestra algunos datos que se pueden asociar a las características de este organismo: su condición de parásito de plantas, su capacidad para reproducirse sexual y asexualmente, o el hecho de que haya coevolucionado con una bacteria.

Los científicos del CRG -organismo miembro del consorcio internacional «Aphid Genomics Consortium», formado por más de veinte grupos de investigación, entre ellos de las universidades de Barcelona y Valencia- realizaron el análisis comparativo del genoma del pulgón con otros organismos, informa el Centro de Regulación Genómica en un comunicado.

«Comparando el genoma del pulgón con el de otros insectos hemos observado que el pulgón ha expandido con duplicaciones más de 2.000 familias de genes (cerca del 30% del genoma), eso representa el récord de expansión genómica entre los insectos», explica Toni Gabaldón, jefe del grupo de Genómica Comparativa del CRG, y uno de los autores del estudio que mañana se publica en la revista PLoS Biology.

«La expansión de algunas familias génicas en el pulgón ha permitido diversificar sus funciones para adaptarse mejor a sus necesidades específicas, como poder vivir a partir de una dieta basada exclusivamente en la savia vegetal o poder regular su ciclo vital de acuerdo con las diferentes estaciones anuales», afirma Gabaldón.

Al ser el primer genoma secuenciado de un animal con un simbionte que ha coevolucionado con él, el trabajo revela que los genomas del pulgón y del simbionte están coordinados en relación a los genes implicados en su metabolismo.

El análisis del genoma del pulgón presenta algunas pistas sobre la ecología de estos animales y se espera que ofrezca nuevos puntos de vista para la comprensión de los mecanismos evolutivos y que pueda servir para mejorar el desarrollo de herramientas de prevención en el tratamiento de plagas agrícolas.

El pulgón causa en todo el mundo pérdidas por valor de centenares de millones de dólares.

Gracias a su mandíbula, este animal sorbe la savia de la planta, muy rica en azúcares, y la debilita, y además suele actuar como vector de virus que infectarán la planta.