De acuerdo con los datos de la IGP, la superficie de espárrago cultivada bajo este sello de calidad se situaba en 1990 en 7.025 hectáreas, que diez años después se habían reducido a la mitad, con 3.522 en 2000, y de las que el año pasado quedaban 1.123.
El nivel más bajo se registró en 2007, con 1.083 hectáreas, aunque desde entonces se ha producido un ligero repunte que desde el Consejo Regulador de la IGP esperan que continúe.
Según ha explicado el vicepresidente del Consejo Regulador, Cayo Martínez, la causa de este descenso en el cultivo es el bajo precio de las importaciones de espárrago en conserva procedentes de China y Perú, una décima parte del de los productos nacionales.
De los 45 millones de kilos de espárrago blanco que cada año se consumen en España, tan solo entre 4 y 4,5 millones se producen en el valle del Ebro, ha indicado.
En el mismo sentido se expresa el director de comunicación del grupo AN, Fernando Beroiz, quien recuerda que en la década de los ochenta la producción en Navarra se situaba en torno a los 30 millones de kilos, frente a los tres que aproximadamente se registran en la actualidad.
Esta cooperativa de segundo grado comercializa la producción certificada por el Consejo Regulador de la IGP y este año ha colaborado con los productores en la puesta en marcha de una tienda «on line» a través de internet para el espárrago fresco, con objeto de promover su consumo y mejorar la rentabilidad a los agricultores.
La reducción en la superficie cultivada ha ido acompañada de una caída en el número de agricultores inscritos en la IGP, que si en 1990 llegaban a 7.500, en 2011 solo había 371.
Tan solo el número de industrias inscritas se ha mantenido más o menos estable en el periodo citado, ya que si en 1990 había 35 en el pasado ejercicio existían 42.
El volumen de espárrago certificado dedicado a conserva se ha reducido a la mitad en las últimas dos décadas, con 2.581 toneladas en 2011 frente a las 5.058 de 1990.
La IGP inició en 2004 la comercialización de espárrago fresco con el objetivo de hacer frente a la competencia de terceros países en el segmento de las conservas, y en 2011 se alcanzaron las 119 toneladas.
«Todavía estamos en niveles bajos pero esperamos que a partir de ahora lo que quede sea crecer», ha afirmado Martínez, que ha situado como objetivo para la presenta campaña superar las 150 toneladas.
Según señala Beroiz, el producto en fresco es una forma de defender este cultivo frente a la competencia de terceros países, ya que los costes de transporte impiden que el espárrago foráneo sea una amenaza en este segmento.
La temporada, que el Consejo Regulador inaugurará este jueves, se extenderá hasta principios de junio y la cosecha está pendiente de la meteorología, ya que la sequía de este invierno podría causar problemas, aunque Martínez considera que si continúan las lluvias de los últimos días todavía puede «enderezarse».
La mayor parte del espárrago fresco navarro se comercializa en la propia comunidad y en las limítrofes de La Rioja y País Vasco, aunque la IGP trabaja para extenderlo al resto de España, donde ya suministra también a restaurantes de Madrid y Barcelona.