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El eco aprueba las normas UE para frenar la competencia desleal

El sector 'eco' ve en las nuevas normas emanadas de la Directiva europea 2024/825 un marco para fijar normas que frene la competencia desleal en el marco 'bio' y se ponga fin al ecopostureo.

La publicación de la nueva Directiva europea 2024/825 mejorará los derechos de los consumidores frente a las alegaciones “ecológicas” engañosas y, al mismo tiempo, se van a establecer unas reglas para que exista competencia leal entre las empresas.

Además, está a punto de conocerse el texto definitivo de la directiva que va a regular las alegaciones medioambientales o “green claims”, para garantizar que las informaciones estén respaldadas por criterios científicos y rigurosos.

Durante las intervenciones realizadas por el presidente de ACES, Aurelio del Pino, el presidente de Asobio, David Caré y el presidente de Ecovalia, Álvaro Barrera, en unas jornadas en el Organic Food Iberia 2024, han denunciado los perjuicios que han representado malas prácticas informativas en materia ambiental para leal competencia entre las empresas y la confianza del consumidor y el futuro del sector.

Asimismo, los tres ponentes han puesto el foco en la gran oportunidad que presenta el nuevo marco regulatorio europeo para combatir el ecopostureo o greenwashing.

Fin al ecopostureo

Estamos combatiendo el ecopostureo o greenwashing, el marco regulatorio que está por venir obligará a las empresas y productores a ser mucho más claros y permitirá aumentar la confianza del consumidor español sobre la sostenibilidad de los productos, con el objetivo último de que desaparezcan prácticas de comunicación y publicidad poco claras y desleales”, ha afirmado Aurelio del Pino, presidente de ACES.

Los ponentes han señalado que los estudios y encuestas de consumidores revelan que la información ambiental es cada vez más necesaria porque el consumidor demanda saber cuál es su aportación al medio ambiente con su decisión de compra.

También revela que los consumidores requieren seguridad y garantía de que todo lo que se alega es realmente verdad y que las empresas no se aprovechan para informar de cosas que no están soportadas por datos y controles.

En este sentido David Caré ha apuntado que si queremos mejorar el conocimiento y la comercialización de los productos ecológicos necesitamos una unidad de acción en el sector, una única voz frente a las administraciones y una colaboración más intensa entre todos: producción, certificación, comercialización, pero también de organizaciones de consumidores y medioambientales”.

Las asociaciones han puesto en valor la hoja verde cómo único indicativo de calidad y compromiso real. “La hoja verde respalda toda la labor de los productores y de la cadena de transformación y comercialización. Tenemos que aprovechar la oportunidad para mejorar el conocimiento y poner en valor por parte de todos  la producción ecológica, y hacer que en el resto de alegaciones ambientales cumplan los mismos criterios de rigor y de control”, apuntó Barrera.

Pero la realidad es que España es una potencia ‘bio’, pero un consumidor muy pobre. A día de hoy se estima que lo ‘bio’ ocupa entre un 1-2 por ciento de la cesta de la compra.