De las 14.232 hectáreas dedicadas al cultivo del limón en 2000 se ha pasado a las 10.100 en 2010, mientras que en el caso de la naranja se ha reducido de las cerca de 17.000 a 15.153 en el mismo periodo de tiempo.
Según ASAJA, el limón sufre «la implacable crisis de precios con especial virulencia», ya que el kilo en el campo se está vendiendo entre los 0,04 y los 0,07 euros.
«No da ni para pipas», ha afirmado el presidente de esta entidad agraria, Eladio Aniorte, quien ha dicho que esta caída de precios «ha provocado que desaparezca una cantidad dramática de hectáreas» dedicadas a este fruto».
Aunque ha expresado su preocupación «extrema» por la devaluación de los precios de las naranjas y mandarinas, Aniorte ha subrayado la importancia que el limón tiene en la economía agraria de la provincia de Alicante.
«Los agricultores alicantinos pretendemos que de aquí en adelante se hable de limones en la capital de la Comunidad Valenciana», ha apuntado Aniorte, en referencia a la necesidad de defender también este cítrico.
ASAJA-Jóvenes Agricultores ha advertido también que la desaparición de cultivos de limón provoca un aumento de la salinidad y, por tanto, la muerte de cultivos y la reproducción de bacterias, hongos y otros organismos.
Al margen de esta problemática, Anirote ha pedido al Gobierno y al Consell que rechacen futuros acuerdos con Marruecos destinados a «la liberalización completa en la entrada de sus cítricos, lo que sólo nos abocaría a un desastre citrícola aún mayor».





















