La Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) alertó de la subida que en los últimos meses han experimentado los precios de las principales materias primas, en especial la de los cereales, lo que tendrá repercusiones «inmediatas» para el consumidor.
Según explicó hoy el presidente de la asociación, Jose Antonio Briz, a lo largo de los últimos meses se ha producido un «fuerte incremento» de los precios internacionales de una parte «importante» de las materias primas utilizadas por la industria agroalimentaria, sobre todo del cereal.
A su entender, esto se debe a tres factores, que van a provocar que suban los precios de determinados productos, y avisó de que el consumidor lo va a notar «a partir de ya».
Así, el bajo nivel de las reservas de cereales que hay actualmente en Europa, que se encuentran en los niveles más bajos de «los últimos 25 años», el aumento de la demanda de mercados como el chino o el indio y la previsión de un uso creciente de estas materias primas a la producción de biocombustible son las causas de esta subida.
El vicepresidente de AIAA, José Miguel Ochoa, explicó que los stocks mundiales de cereal hoy en día están al 17 por ciento, cuando «lo aconsejable» es que estuvieran al 35 por ciento, y las economías emergentes, caso de China e India, cada vez reclaman mayores cantidades.
Además, apuntó que, con el objetivo de cubrir una parte del consumo energético de cada país con biocombustibles, como es el caso de España, que para 2010 planea que el 5,3 por ciento de la energía proceda de esta fuente, en Europa debería dedicarse el 17,5 por ciento de la superficie cultivada actual para este fin.
Dicha medida puede provocar multitud de problemas, ya que se pueden crear situaciones de escasez de cereal para alimento humano y animal, con la consiguiente subida de precios.
Todo ello, sumado a las limitaciones que en Europa impone la Política Agraria Común (PAC) o a las malas cosechas que en ocasiones provocan una climatología adversa, hace que el problema se agrave.
«Esta es una tendencia que se mantendrá durante los próximos cuatro o cinco años», vaticinó, al tiempo que avisó de que todo lo que dependa del cereal «va a sufrir cambios».
Frente a esta situación, los responsables de la asociación abogan por, a corto plazo, incrementar las extensiones de producción de cereal, lo que también tiene sus inconvenientes, ya que «no siempre es rentable» y tiene efectos secundarios, como es el que para esto se debería emplear mucha más agua, «un bien ya escaso».
También apostaron por replantear el desvío de tanto cereal para la producción de biocombustible, además de por sensibilizar a la opinión pública de que van a tener que pagar más por el pan, la pasta, la carne o la cerveza, productos que van a sufrir un «incremento importante».
Finalmente, creen que las políticas agrarias europeas deben reconducirse para lograr almacenajes mayores y tomar medidas como la de cultivar nuevas tierras.
