Esta recolección ha evitado que se produjeran pérdidas comparables a las ocurridas a principios de diciembre de 2013 cuando tuvieron lugar pérdidas de más de 440 millones de dólares, publica The Grower. Se espera que las pérdidas de mandarina y navel sean mínimas y no afecta en gran medida a los citricultores.
Para evitar dichas pérdidas se han hecho uso de máquinas de viento para mantener la temperatura constante y evitar que las heladas dañen al fruto. Desde el sector cítrico señalan que no esperan ver un fuerte impacto de esta ola de frío respecto al suministro o el precio de la fruta.
La industria cítrica ha invertido durante estos días más de 16,5 millones de dólares en el empleo de máquinas que producen viento y agua para protegerse de las heladas. Estas máquinas aumentaron una media de 3-4 grados centígrados para proteger limón, mandarina y naranja.