En el caso de la zanahoria, la campaña ha sido desastrosa, quedando en el campo prácticamente el 60 por ciento de las 2.900 hectáreas sembradas en Andalucía, principalmente la que se comercializa suelta, aunque la que se ha vendido ha sido a precios que no han permitido cubrir los costes de producción.
Según Coag, las altas temperaturas registradas en Centroeuropa en primavera también motivaron el adelanto de las campañas de recolección de hortícolas en esos países y una reducción importante de las exportaciones andaluzas desde mediados de abril.
Esto se ha traducido en un desplome de las cotizaciones de todos los productos y en el calabacín y el pepino los precios no han remontado, mientras que en el pimiento y el tomate el arranque anticipado de plantaciones ha aliviado la oferta y ha favorecido un ligero repunte de las cotizaciones.
La campaña citrícola ha vuelto a ser complicada y ha estado marcada por la falta de demanda a nivel europeo, los calibres pequeños y precios ruinosos, que han dejado mucha fruta en el árbol.
Las pérdidas se acumulan especialmente en naranja dulce, para la que muchas semanas los precios en origen han estado por debajo de los costes de producción, incrementados esta campaña durante el otoño por la falta de precipitaciones y la necesidad de regar los huertos hasta mediados de diciembre.
Las producciones de fresa han sido buenas, pero las cotizaciones en origen han sido inferiores a las de la pasada campaña con una reducción media del veinte por ciento.
Ante esta situación, Coag Andalucía recuerda que los mecanismos de gestión de crisis son las únicas herramientas para hacer frente a estas situaciones de hundimientos de precios, pero ha lamentado que en estos casos no se han activado de forma coordinada.
Ha denunciado que la Unión Europea siga avanzando hacia la liberalización con una reforma de la PAC que "se olvida del mercado, dejando vía libre a la especulación", y ha reclamado que se aplique la preferencia comunitaria, ya que nuestras producciones sufren la competencia desleal por parte de productos de terceros países que no cumplen los requisitos socio-económicos y medioambientales.