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El cambio climático dañará a la agricultura en Oriente Próximo

La agricultura en Oriente Próximo sufrirá pérdidas a causa de las altas temperaturas, la sequía, las inundaciones y la degradación del suelo, amenazando la seguridad alimentaria de diversos países. El hambre y la malnutrición provocados por el cambio climático afectarán con mayor probabilidad a las personas pobres, desnutridas o que dependen de la producción local de alimentos, según un informe debatido en la Conferencia Regional de la FAO para Oriente Próximo reunida en El Cairo, a principios del mes pasado. Esta zona, junto con el Norte de Africa, se halla particularmente expuesta a la escasez de agua.

“Está previsto que el número de días sin lluvia se incremente en toda la región”, aseguró Wulf Killmann, presidente del grupo de trabajo de la FAO sobre el cambio climático. “El número de días con heladas disminuirá, al tiempo que las

olas de calor en las zonas más continentales se hará más frecuentes. Como resultado, la duración de la temporada de crecimiento de los cultivos se acortará”

Los cambios en el régimen de lluvias afectarán a los cultivos, en particular al arroz, en muchos países de la zona. Yemen en particular se encuentra amenazado a causa de su bajo nivel de ingresos, el rápido crecimiento de la población y la grave escasez de agua. Una buena parte de los sistemas de regadío de la región sufren de problemas medioambientales debido a la salinización, el anegamiento de los campos o la sobreexplotación de los acuíferos. Las aguas subterráneas, incluyendo las aguas fósiles no renovables, son de una importación vital para la mayoría de los países del área.

La competencia por el agua en la región podría crecer, con el riesgo de originar conflictos. Algunas zonas, como el Delta del Nilo y la costa del Golfo en la Península Arábiga son particularmente vulnerables a un aumento potencial del

nivel del mar.

Debido a la compleja interacción de diversos factores, la producción de cultivos puede hacerse insostenible en algunos lugares. Por ejemplo, con un aumento de la temperatura de tres grados centígrados, el rendimiento del maíz en el

Norte de África podría descender entre el 15 y el 25 por ciento. Muchos países de la región son grandes importadores de trigo y arroz, una dependencia que puede verse aumentada a causa del cambio climático, sin olvidar la posibilidad

de aparición de epidemias desconocidas.

La FAO ha pedido a los países de Oriente Próximo que hagan frente de forma inmediata a las amenazas relacionadas con el cambio climático. “Es necesario promover la agricultura como un factor clave para la reducción de los gases

causantes del efecto invernadero, potenciando la agricultura de conservación, la recogida de aguas, la reforestación, la gestión sostenible de los bosques y pastizales, el almacenamiento de carbono en el suelo, la mejora en el uso de

fertilizantes y la promoción de la bioenergía en áreas climáticas adecuadas”, añadió Killmann.

La Conferencia internacional de alto nivel sobre la seguridad alimentaria mundial, el cambio climático y la bioenergía se celebrará en Roma del 3 al 5 de junio de 2008. “Se trata de una oportunidad única de que los políticos amplíen la

perspectiva y se discutan los efectos del cambio climático sobre la agricultura, y cómo la agricultura puede ayudar a combatir este fenómeno”, subrayó Alexander Müller, Subdirector General de la FAO.