La titular de Agricultura ha señalado que los agricultores que optan por certificar sus productos lo hacen para poder "competir en las mejores condiciones en los exigentes mercados internacionales".
Asimismo, ha precisado que más de una tercera parte de ellos, el 34,7 por ciento cuenta además con dos o más certificaciones.
En este sentido, ha indicado que la norma más utilizada es ‘Global GAP para Frutas y Hortalizas’ (casi 49 por ciento), seguida de la ‘UNE 155001, Hortalizas para consumo en fresco, producción controlada de cultivos protegidos’ (41,2 por ciento) y Producción Integrada (19,5 por ciento).
En lo relativo al control biológico, ha afirmado que se ha producido un "cambio radical", ya que si hoy el 70 por ciento de los agricultores encuestados admite haber puesto en prácticas este tipo de técnicas, en la campaña 2005-2006 apenas lo hizo el 4 por ciento.
El estudio atribuye este cambio a los problemas fitosanitarios del año 2007, "que significaron el punto de inflexión en la utilización de fauna auxiliar, tanto depredadores como parasitoides".
El informe concluye que "en la actualidad, Almería es la zona con la mayor concentración de invernaderos a nivel mundial donde se utiliza el control biológico como una técnica habitual".
Ortiz ha destacado que para la redacción del estudio se ha realizado un trabajo de campo consistente en 450 encuestas a "productores con explotaciones relevantes" en el Campo de Dalías y Campo de Níjar-Bajo Andarax.
Este trabajo, elaborado durante 2015, analiza tanto las características de las explotaciones hortícolas almerienses durante la campaña 2012-2013, como de los productores (formación, uso de medios informáticos y asesoramiento) y las explotaciones.
Así, se concluye que un 81,2 por ciento de los agricultores almerienses han recibido algún tipo de formación oficial, y que hacen un uso en "alto grado" de las tecnologías de la comunicación para informarse.
Por otro lado, la consejera ha apuntado que, según este documento, el 89 por ciento de las explotaciones se encuentran en manos de hombres, y la media de edad de los titulares de las fincas asciende a 44,3 años para los hombres y 46,4 para las mujeres.
Durante su intervención, la consejera ha subrayado la "importancia económica y social indiscutible" del sector hortícola protegido almeriense, que se refleja en su contribución al PIB de la provincia (20 %) y su valor de producción: 2.000 millones de euros, que suponen el 90 % del valor de la producción agraria de Almería y más del 60 % del valor de la producción hortícola.
Además, este sector genera más de 50.000 puestos de trabajo directos e indirectos, gracias a un entramado de 243 empresas de manipulado y transformación, de industria auxiliar y otros sectores económicos como, por ejemplo, el transporte.