Expertos y científicos internacionales han analizado hoy las herramientas para afrontar las crecientes necesidades alimentarias en el mundo, como la biotecnología, en el foro BioVisión Alejandría 2010, cuyo objetivo es debatir cómo la ciencia debe ayudar a afrontar los retos del siglo XXI.
Así lo han planteado en una ponencia titulada «Tecnología agraria para una agricultura sostenible», en el contexto de un foro que, desde el 11 y hasta el 15 de abril, se celebra en Alejandría (Egipto) bajo el lema «Nuevas ciencias de la vida: Perspectivas de futuro».
En esta edición han participado varios premios Nobel de distintas disciplinas (Química, Medicina, Economía e incluso Literatura) y más de 200 científicos de todo el mundo que desarrollan sus investigaciones en áreas como la genómica, la bioquímica, la biología molecular, el cambio climático, la robótica, las energías limpias y la mejora vegetal, entre otros asuntos.
En la citada ponencia, han intervenido representantes del sector agrícola de Burkina Faso y Egipto, el presidente y fundador del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, en sus siglas en inglés), Clive James, y el presidente de Asaja-Andalucía, Ricardo Serra.
Serra ha explicado que los expertos han constatado la necesidad de buscar herramientas para hacer frente al crecimiento de la población en los próximos años y cómo atender a sus demandas alimentarias.
En este sentido, ha indicado que la biotecnología se presenta como una posibilidad para solucionar este problema.
Ha destacado que, en sus intervenciones, los científicos han puesto de manifiesto que, «aunque no es la única arma», la revolución pendiente de la humanidad depende de la biotecnología para hacer frente a las demandas y los desafíos en los campos de la Medicina, la producción vegetal e, incluso, la energía.
Según Serra, en la conferencia también se han abordado la situación europea de los cultivos genéticamente modificados y su evolución en el mundo, donde la superficie aumentó un 7,2 por ciento en 2009, hasta los 134 millones de hectáreas.
Ha detallado que 25 países han apostado por la siembra de estos cultivos y que los incrementos más importantes se han producido en naciones en vías de desarrollo porque, en su opinión, necesitan atender a las necesidades que demandan.
En la Unión Europea (UE) están autorizados el cultivo de un tipo de maíz resistente a la plaga del taladro y de la variedad de patata «Amflora», para producción industrial.
El presidente de Asaja-Andalucía ha recordado que en Europa la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha dado el visto bueno a estos cultivos en cuanto a la seguridad sanitaria y ambiental, pero que existe una «fuerte» presión por parte de los ecologistas en contra de los productos transgénicos.
Además de la biotecnología en la agricultura, en el foro, científicos y expertos han analizado, entre otros temas, las prioridades futuras en seguridad alimentaria, así como los retos en materia de salud y medio ambiente.