Además, impide la proliferación de microorganismos patógenos que pueden estar presentes en productos agroalimentarios, a la vez que tiene un efecto antioxidante que evita que se produzcan cambios de color y oscurecimientos en las frutas y hortalizas.
El envase es inteligente, ha indicado el investigador, porque solo activa esos agentes antimicrobianos e inhibidores de procesos oxidativos cuando la caja está cargada de producto fresco, durante el transporte y almacenamiento del producto en cámara. Además, para su fabricación se han empleado productos naturales y de residuo cero, que facilita su reciclado.
Gracias a esa tecnología es posible resolver, al menos en parte, el importante problema de pérdida de producto que se produce cuando se envasan y transportan las frutas y hortalizas frescas en cajas convencionales, y permitirá exportar productos en buenas condiciones a mercados más lejanos, ha explicado el director comercial de Saeco, Juan de Vicente Sandoval.