Esta tendencia, que se ha traducido en "cierto déficit" en la oferta de plantones disponibles en los viveros, lleva aparejados "efectos indeseables" entre los que los viveristas han destacado la emergencia de un "mercado negro" basado en la "reproducción clandestina de este tipo de plantas y su posterior e ilegal comercialización".
Según han denunciado, en estos momentos alrededor del 50 por ciento de los plantones de caqui que se adquieren en la Comunidad son de origen "irregular", es decir, proceden "directamente de un mercado negro que no está sometido a ninguno de los controles de calidad y sanidad vegetal que sí deben superar los viveros legales".
Los efectos de esta situación están siendo "devastadores" para los viveros que sí cumplen todos los requisitos legales, y esa oferta paralela supone una "competencia desleal de primer orden" que se materializa en unas "ofertas a precios reventados", de hasta la mitad que en el mercado regular, han advertido.
De acuerdo con los cálculos efectuados por Asfplant, estas prácticas están acarreando unas pérdidas a los viveristas legales de "unos ocho millones de euros", lo que, "teniendo en cuenta que la estabilidad financiera de la mayoría de estas empresas es muy ajustada y que el caqui suele ser uno de sus productos estrella, compromete seriamente el futuro de muchas de ellas".
Además del perjuicio a los viveros, la propia sanidad vegetal del cultivo del caqui y la calidad de las plantas "también sufre un considerable deterioro", ya que el material que se distribuye en ese mercado no está "ni revisado ni vigilado ni autorizado por la Administración", lo cual lo convierte en "una posible vía de transmisión de nuevas plagas y enfermedades".
Por ello, los viveristas asociados reclaman a la Administración medidas "urgentes y contundentes" para frenar una "práctica cada vez más extendida y que resulta inaceptable desde cualquier punto de vista".